viernes, 11 de febrero de 2011

Seamos Fénix
Juan Carlos Sosa Azpúrua
18 marzo 2010

¿Qué nos hizo masoquistas? ¿Por qué teniendo tanto para ser la nación emergente por excelencia, se tira todo por la borda? ¿Qué hace que la política del resentimiento y el odio prive sobre una visión de la vida iluminada de optimismo y deseos de superación? ¿Por qué un país con tantas personas sobresalientes en sus respectivos oficios, decide despreciar el talento y hacer hincapié en la mediocridad y ausencia de méritos para ejercer altas responsabilidades?

Me resulta difícil convencerme que, tras siglos de historia, lo único que resalte es el carácter vivaracho y mercantilista de una sociedad víctima del facilismo y el clientelismo generado por un Estado repartidor de dádivas, y un liderazgo fantoche acostumbrado a vivir de las apariencias, sin fibra existencial superior que marque el carácter con signos de humanidad evolucionada. A diario me encuentro con gente encantadora, soy testigo de que en este país abundan personas decentes, trabajadoras, ejemplares en sus vidas cotidianas, deseosas de construir sus destinos en una Venezuela amigable, con oportunidades para prosperar y llegar a la edad de retiro con satisfacciones y plenitud existencial. Entonces, ¿qué pasa? Estamos atrapados en un círculo vicioso donde la depresión y el pesimismo se han hecho profecías autocumplidas.

Como colectivo tenemos pocas expectativas acerca del futuro y en ninguno de los políticos conocidos encontramos intérpretes de nuestro sentir, de las angustias que nos agobian. Aunque no tengo respuestas, creo que la luz está en nosotros mismos, tenemos que hacernos líderes de nuestros espacios y unirnos para sumar una fuerza que se haga incontenible, que irrumpa en el escenario público exigiendo un cambio de dirección y logre ese cambio con determinación, seamos Fénix.

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