Corazón Fénix

Juan Carlos Sosa Azpúrua/Diario América

Martes, 2 de noviembre de 2010

Es baladí reiterar los diagnósticos, palpamos el tumor que brotó y que carcome las entrañas de la patria. Y por sufrir la historia de estos años: batallas perdidas, múltiples traiciones y juegos improvisados

Se derrumban esperanzas, una nube inflada de angustia cubre el país. A diario consigo personas que están tocando puertas afuera para iniciar nuevas vidas con un poco de paz, estructura y bienestar.

Esta actitud, comprensible y aceptable, es una corriente eléctrica que circula por los hogares, colándose entre las sombras para prender las lámparas del insomnio y electrocutar los pensamientos del presente, transformándoles en un moho permanente que no es hoy ni es mañana; es un sentimiento de parálisis que borra las esperanzas de una vida decente y próspera en Venezuela.

Es baladí reiterar los diagnósticos, palpamos el tumor que brotó y que carcome las entrañas de la patria. Y por sufrir la historia de estos años: batallas perdidas, múltiples traiciones y juegos improvisados; hay muchos escépticos.

También el tumor luce poderoso, controla armas y petrodólares para hacerle sombra a cualquiera.

Dicho esto, hoy te hablo a ti querido hermano venezolano y te propongo una cura a esta enfermedad que nos devora por igual, a unos más rápido que a otros, pero a todos nos termina llegando la hora.
Esta cura es Fénix.

Lo único que puede ganarle la guerra a las balas cargadas de plomo y dinero, es el proyectil que llevamos en el pecho, eso que late y nos da vida.

Fénix se está expandiendo, uniendo, dándole voz a los millones de hermanos que no se ven identificados con la política tradicional.

Abriremos las puertas del mundo moderno y lograremos una nación libre y próspera, un país que atraiga a los mejores talentos y los ponga a crear, a brillar.

El objetivo es el triunfo de la dignidad y la libertad sobre las armas, los petrodólares malversados y la infamia.

Por eso ganaremos. Ten fe, actívate como un Fénix en tu zona de influencia.